Yo escucho, tú escuchas, nosotros escuchamos... Semanario de las 2 mentes

 

Este mes en tutoría aprendemos a ESCUCHAR.

Comunicar es saber escuchar. Algo que parece tan simple y en cambio se vuelve tan complicado. De nuevo, el método más efectivo para enseñar es el ejemplo, esto implica que debemos ser buenos oyentes para poder transferir esta habilidad a nuestros hijos. 

ESCUCHAR CON LOS OJOS, LAS OREJAS, EL CORAZÓN!!

L	M	X	J	V	S	D
1 Cerrar los ojos. Alguna vez que tengamos pensado salir al campo, hay un juego muy adecuado para que se fijen en lo que oyen: consiste en cerrar los ojos y comprobar cuántos sonidos distintos podemos identificar: el canto de las chicharras, grillos o pájaros; la brisa; las ramas y hojas moviéndose... Otra variante: haced sonar una campanilla, unas llaves, una cajita con alfileres, una caracola etc. También pueden utilizarse diversas cintas de efectos especiales que existen en el mercado, tratando de identificar cuándo se introduce un instrumento o voz distinta.					Tened en cuenta que los niños son impacientes, no es que no quieren escuchar; por eso es recomendable buscar la manera de llamar su atención y hacerlos interesarse. Mostradle que las personas que lo quieren dejan de hacer cosas que les gustan (también el móvil)   si él /ella los necesita y sabemos que comunicarnos es una necesidad.
8 Procurad usar palabras sencillas, frases cortas, directas y con sentido, porque será difícil que presten atención si no entienden. Los niños van desarrollando su vocabulario paulatinamente, por eso gran parte de lo que los adultos decimos, ellos no lo comprenden, esto hace que pierdan interés en escuchar.					Juego de boca- oreja: hay momentos de boca (para hablar) y otros de oreja (para escuchar cuando otro habla). Resultará muy divertido si fabricáis esos símbolos y los usáis en vuestras conversaciones, historias narradas, juegos…
15 Acompañad el diálogo con gestos. En ocasiones una palabra puede perderse en comparación con el resto del escenario, sin embargo algunos gestos como fruncir el ceño o realizar algún movimiento contribuirá a captar la atención de los más pequeños.					Evitad que interrumpa las conversaciones, pues todas son importantes. Explicadle que debe esperar a que termine de hablar el otro, porque es parte de la comunicación efectiva; respetar su turno para hablar y ser pacientes.
22 Un amigo títere ¿Qué os parece presentadle  un amigo/a a tu hijo? Os recomendamos incorporar un títere en aquellas actividades que sabes que a tu hijo le cuestan un poquito más. Al peque le resultará más fácil prestar atención a un amigo y escuchar lo que le recomienda él que a mamá. Por ejemplo, puedes usar un títere para decirle que es hora de lavarse los dientes y hacer la mímica del títere cepillándose los dientes para después invitar a tu hijo a seguir su ejemplo. ¡Seguramente así evitaréis más de una rabieta!!					¡Es hora de cantar! Las canciones infantiles ayudan a los niños a concentrarse, a la vez que utilizan su memoria e incorporan nuevo vocabulario. Si además hacéis que bailen, ¡tendréis un ejercicio de psicomotricidad bien completo! Buscad canciones del estilo de “Chuchua” donde la canción misma os da órdenes para mover el cuerpo.